A medida que envejecemos, el cuerpo enfrenta una serie de desafíos y problemas que, junto con el envejecimiento de los dientes y las encías, pueden afectar la salud bucal y aumentar el riesgo de enfermedades. Varios problemas de salud comunes, como la diabetes, la artritis, el cáncer y el tabaquismo, pueden tener efectos secundarios relacionados con la salud bucal, al igual que los medicamentos que se toman para tratar dichos problemas.

También es común que las personas mayores experimenten pérdida de dientes y tengan más dientes artificiales en forma de puentes, dentaduras postizas o implantes. Algunos de los problemas dentales geriátricos más comunes son los siguientes:

Estamos aproximadamente al 99% seguros de que pusiste los ojos en blanco cuando viste el título de este blog. Los padres, los dentistas y casi todos los adultos nos inculcaron la importancia de cepillarse los dientes dos veces al día. Era algo que había que hacer, para no sufrir las consecuencias.

Probablemente tu dentista te haya dicho que el azúcar es «malo» para los dientes y que debes limitar la cantidad de azúcar que consume. Pero ¿alguna vez te has preguntado por qué?

La relación entre el azúcar y los dientes es complicada. Más allá del hecho de que el azúcar puede causar caries, existen muchas razones por las que un consumo elevado de azúcar puede dañar los dientes.

No estamos diciendo que debas evitar el azúcar a toda costa; lo creas o no, ¡hasta tu dentista disfruta de los dulces y el helado de vez en cuando! Sin embargo, queremos que seas consciente de los peligros de un consumo elevado de azúcar y de cómo puedes proteger tus dientes contra el daño que el azúcar puede causar.